Cuarto Poder - Tu diario vivir. Pide obispo escuchar a los desplazados

lunes, 28 de enero de 2013  - 313  visitas a la fecha 
Carlos Herrera * CP. El obispo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, hizo un llamado "muy respetuoso a las autoridades actuales, tanto estatales como federales, para que se pongan un poco más la mano en el corazón y escuchen" a las personas que por distintos motivos han sido expulsadas de sus comunidades; "los escuchen y traten de instalar mesas de diálogo con todas las partes para llegar a un acuerdo justo para todos".

Al solicitarle su opinión sobre varios problemas de desplazamiento que se han registrado en últimas fechas en varios municipios del estado de Chiapas, el obispo dijo que "he tenido la oportunidad de estar más o menos cerca de algunos de problemas, sobre todo con los de Tzajalá, en Teopisca, pero también tenemos información de los que fueron expulsados de Galeana, municipio de La Independencia; además hay otros problemas en otras partes, como en Ocosingo y Arriaga".

En la comunidad de Galeana, por ejemplo, "se quejan de que fueron expulsados porque no quisieron votar por el partido del comisariado ejidal. Si esa es la razón real, es una injusticia, la misma Constitución consagra el derecho de votar por quien quiera; en Tzajalá es un poco más complicado porque los desalojados alegan derechos sobre más de 900 hectáreas y los que están allá viviendo no les reconocen esos derechos. Aquí es donde tienen que actuar las autoridades competentes", planteó.

Aclaró que "como obispos no podemos resolver los problemas, lo que hemos hecho es ayudarles, por ejemplo, un buen grupo de ellos ha estado viviendo en la parroquia de Teopisca; yo les atendí ahora que venían caminando, los encontré en Mitzitón; nuestra obligación es no dejarlos solos, hay que escucharlos".

Dijo que lo mismo hay que hacer con los campesinos que están en un plantón en la Plaza Catedral, "no nos compete resolverles su situación, pero son personas que están sufriendo. Hay que ver qué podemos hacer por ellos, lo que no podemos hacer es olvidarlos, menospreciarlos o dejar de darles un pan, porque sufren no sólo las inclemencias del tiempo, sino estar fuera de sus casas, sus escuelas".
"Algunas veces las expulsiones son por motivos agrarios, pero también a veces son por otra causa; por ejemplo en la comunidad de Yashtinín, municipio de San Cristóbal, por medio del párroco les mandé a pedir a las autoridades que reconsideraran la expulsión, y me mandaron a decir: 'es que ellos nos han ofendido mucho, nos han despreciado, nos insultan, destruyen las costumbres; si no quieren vivir con nuestras costumbres, no tienen por qué vivir aquí'; son problemas delicados".

"A veces hay quejas de que los católicos son intolerantes y expulsan a los que profesan otra religión; nosotros nunca alentamos que se expulse a alguien por profesar una creencia distinta a la católica, somos respetuosos de la libertad de creencia, pero también pedimos que se escuche justamente a todos", manifestó
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